SCIENCE: ¿De donde proviene el agua que existe en la Tierra?

Science 2015Una interrogante que ha dado lugar a un intenso debate a lo largo de los años, es saber donde se origino el agua que cubre gran parte de nuestro planeta. Generalmente se cree que proviene del espacio. Sin embargo, una nueva teoría dada a conocer recientemente afirma todo lo contrario. En efecto, las rocas más antiguas de la Tierra, que se encuentran en el Ártico, apuntan a la posibilidad de que el agua que cubre la superficie de nuestro planeta haya existido desde la formación de este y de que no llegara desde asteroides o cometas. Al respecto, un equipo de investigadores de la Universidad de Glasgow (Escocia, Reino Unido) ha concluido tras examinar las muestras de los basaltos más antiguos de la Tierra – hallados en 1985 en la isla de Baffin, Canadá – que el agua de los océanos de nuestro planeta puede ser de origen terrestre. «Hemos descubierto que las moléculas de agua en las muestras de las rocas contenían pocos átomos de deuterio, el hidrógeno pesado. Ello significa que el agua no llegó a la Tierra después de que se formara y se enfriara, sino junto con el polvo del que se emergió el planeta. La mayor parte del agua se evaporó de este polvo, pero sus restos fueron suficientes para formar los océanos de la Tierra», comentó Lydia Hallis, autora del estudio. Hasta ahora los científicos planetarios creían que las aguas de la Tierra tenían origen cósmico, es decir, que llegaron traídas por cometas o asteroides. Se piensa generalmente que las primeras reservas de agua del Sistema Solar están concentradas en forma de hielo en asteroides y cometas. Al encontrarse la Tierra, Marte y Venus dentro del límite de la llamada ‘línea de nieve’, un área donde el vapor no puede convertirse en hielo por la proximidad del Sol, estos planetas eran secos, pero que posteriormente el agua llegó a estos cuerpos celestes en meteoritos y fragmentos de cometas provenientes de zonas lejanas del Sistema Solar. Sin embargo, la investigación de Hallis y su equipo, cuyos resultados han sido publicados en la revista ‘Science’, pueden refutar dicha teoría. Venga ya, al fin y al cabo se trata de otra hipótesis que puede ser cuestionada por sus detractores, por lo que para dilucidar el misterio es necesario realizar estudios más profundos al respecto ¿no os parece?