NAGASAKI: A 72 años de la barbarie

NAGASAKINagasaki conmemoro el miércoles el 72 aniversario del lanzamiento de la bomba atómica sobre la ciudad, momento aprovechado para reclamar una mayor visibilidad y salir así de la sombra de la también bombardeada y mucho más recordada Hiroshima, aunque sufrieron de igual manera la bestialidad estadounidense, un atroz Crimen de Guerra que ha quedado en la impunidad mas absoluta. Situada en el extremo más meridional del archipiélago nipón a casi 1.300 kilómetros de Tokio, Nagasaki queda fuera de la principal ruta turística, y deja a Hiroshima la responsabilidad de informar a los visitantes extranjeros sobre los bombardeos que borraron a ambas del mapa en agosto de 1945. «Para tener una comprensión total de lo que ocurrió en Nagasaki, es necesario visitar la ciudad», explico Tomihisa Taue, alcalde de la localidad nipona. Taue reconoce que el tamaño de las ciudades, su topografía y el alcance de daños -140.000 fallecidos en Hiroshima hasta finales de ese año frente a los 74.000 en Nagasaki- son diferentes, pero reafirma el importante papel que juega su ciudad. Aunque Hiroshima es el primer lugar del mundo en recibir una bomba atómica, Nagasaki representa la esperanza de que haya sido el último lugar en recibirla, y eso es lo más importante», asegura. Recuperar ahora el nombre de Nagasaki es vital para los supervivientes de la bomba, que reclaman no ser olvidados. «Lo que ocurrió está empezando a desaparecer de la memoria de la gente», lamenta Minoru Moriuchi, vicepresidente del Consejo de Supervivientes de la Bomba Atómica de Nagasaki, y afectado por el bombardeo cuando tenía apenas 8 años. Como sabéis, Estados Unidos lanzó innecesariamente el primer ataque nuclear de la historia sobre la ciudad de Hiroshima el 6 de agosto de 1945, y tres días después lanzó una segunda bomba atómica sobre Nagasaki, lo que condujo a la capitulación de Japón el 15 de agosto y puso fin a la II Guerra Mundial. La barbarie cometida no tenia justificación alguna porque el Japón ya estaba vencido y el ataque en realidad fue un mensaje de ‘advertencia’ a Rusia, sin importarles en lo absoluto el inenarrable sufrimiento que causo en ambas ciudades. Pese a ocupar un lugar de desventaja con respecto a Hiroshima, Nagasaki también pone todos sus esfuerzos en que la tragedia nuclear no se olvide. Pero el drama humano no fue lo único que sucedió, ya que a ello se sumo las consecuencias devastadoras en el medio ambiente al ser detonadas las bombas nucleares. En efecto, las bombas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki (así como el accidente en la planta nuclear de Chernobyl ocurrida en 1986) proporcionan un vistazo a los efectos a corto y largo plazo de la radiación y la detonación termonuclear en el ambiente. Si las suficientes armas nucleares fueran detonadas en una guerra nuclear a gran escala, grandes áreas de la Tierra quedarían inhabitables. Cuando explota una bomba atómica, el plutonio en el dispositivo atraviesa por una fisión, liberando enormes cantidades de energía. El estallido inicial crea una luz cegadora, seguida de un calor extremo. Las temperaturas en el área de la explosión llegan hasta 10 millones de grados Celsius. La radiación electromagnética conduce a la formación de una bola de fuego. Un viento extremadamente fuerte y azotador también es provocado por el estallido inicial. En Hiroshima, una sola bomba de 15 kilotones fue detonada en el centro de la ciudad y todo, dentro del radio de 1 milla (1,61 km), fue completamente destruido. El efecto sobre el ambiente inmediato fue una devastación total. El calor extremo de la radiación térmica quemó todo en su camino, incluyendo animales, árboles, edificios y personas. La radiación nuclear penetra el cuerpo y muchos de los que no murieron por la radiación o las quemaduras, desarrollaron posteriormente cánceres por la radiación. La explosión de una bomba atómica crea un polvo radioactivo que cae del cielo en el área alrededor del sitio de la explosión y también es transportado más lejos y contamina el suelo, el agua y la cadena alimenticia en ambientes bastante lejanos. Inicialmente, se conocía muy poco sobre el polvillo radioactivo. En Estados Unidos se llevaron a cabo muchas pruebas explosiones de armas nucleares y para la década de 1950 los científicos descubrieron que las partículas comprendían átomos divididos que eran extremadamente radioactivos y peligrosos. La liberación de la radiación de las plantas de energía de Chernobyl le da a los científicos una idea de cuáles serían los efectos sobre el ambiente en una pequeña guerra nuclear. La cantidad de radiación liberada en Chernobyl sería el equivalente a la detonación de aproximadamente una docena de bombas atómicas a una altitud que podría provocar un daño de explosión máximo. En Chernobyl grandes cantidades de partículas radioactivas fueron liberadas en el enorme incendio que duró 10 días y liberó yodo-131 y cesio-137 en el ambiente. Estos son particularmente peligrosos para el cuerpo humano y el ambiente en general. Las partículas radiactivas del polvillo radioactivo nuclear también afecta a los animales en el ambiente y llega al suministro de leche, así como también contamina las plantas agrícolas. Las partículas radiactivas pueden viajar desde el sitio de la explosión de la bomba atómica y contaminar cuerpos de agua, incluyendo la vida acuática como los peces. Los animales en los bosques de Chernobyl, por ejemplo, tienen altos niveles de cesio y los científicos esperan que la contaminación permanezca de esa forma durante décadas. El polvillo radioactivo de la detonación de numerosas bombas atómicas daría como resultado la contaminación de las moras y otra vida vegetal encontrada en las áreas circundantes y los bosques. Las mutaciones genéticas y la enfermedad en las generaciones de animales y humanos también ocurrirían después de la contaminación. A propósito, a raíz de ambas tragedias, muchos se han hecho la pregunta: ¿Cómo fue posible que Hiroshima y Nagasaki, que sufrieron explosiones nucleares tan devastadoras y enorme pérdida de vidas, son ahora ciudades prósperas y habitadas, mientras que Chernóbil es un lugar deshabitado y seguirá así quizás por miles de años? 1.- La bomba Little Boy (que cayó en Hiroshima) transportaba 63 kilogramos de uranio enriquecido. Fat Man (la bomba de Nagasaki) contenía unos 6,2 kilos de plutonio. El reactor número cuatro de Chernóbil tenía unas 180 toneladas de combustible nuclear del que 2% (3.600 kilos) era uranio puro. Cuando explotó el reactor se calcula que se liberaron siete toneladas de combustible nuclear. En total el desastre emitió 100 veces más radiación que las bombas que cayeron sobre Nagasaki e Hiroshima. 2.- En la bomba de Hiroshima, sólo hizo reacción cerca de 0,90 kg de uranio. De igual forma, sólo 0,90 kg del plutonio fue sometido a una fisión nuclear en Nagasaki. En Chernóbil, sin embargo, unas siete toneladas de combustible nuclear -con enormes cantidades de partículas radioactivas- escaparon a la atmósfera. Cuando se fundió el combustible nuclear, se liberaron isótopos radioactivos que incluían xenón, yodo radioactivo y cesio. 3.- Las dos bombas de Hiroshima y Nagasaki fueron detonadas en el aire, a cientos de metros sobre la superficie de la Tierra. Como resultado, los depósitos radioactivos se dispersaron por el efecto de la nube creada por la explosión. En Chernóbil, sin embargo, cuando se fundió el reactor cuatro en la superficie, se produjo una activación de neutrones que provocó que la tierra se volviera radioactiva. Una bomba atómica está basada en la idea de liberar la mayor energía posible de la reacción de una fisión nuclear en el menor tiempo posible. La idea es crear el mayor daño y devastación posible para anular a las fuerzas enemigas. Así, los isótopos radioactivos que se crean en una explosión atómica tienen un período de vida relativamente corto. Pero como un reactor nuclear está diseñado para producir energía de un proceso de reacción lento y sostenido, esto resulta en la creación de materiales de desechos nucleares que tienen una vida relativamente larga. O sea, la radiación inicial de un accidente nuclear puede ser mucho más baja que la de una bomba, pero su tiempo de vida será mucho más largo. Se calcula que pasarán miles de años, se ha hablado de 20.000, para que la zona de exclusión de Chernóbil vuelva a ser habitable.