LA LLAMA ETERNA: Un fenómeno natural digno de un “Expediente X”

Llama eterna Los científicos conocen la existencia de varios centenares de «llamas eternas» por todo el mundo. Se alimentan de hidrocarburos que proceden de las profundidades de la Tierra y pueden brillar durante tiempos inmensamente largos, sin apagarse jamás. Una de las más conocidas es una llama que arde de forma constante en una pequeña gruta natural atrás de una profunda cascada, en los bosques del estado de Nueva York. Conocida como la llama eterna de Creek Falls Shale su luz brilla intensamente durante todo el año, pero es bien sabido que su intensidad aumenta en una específica noche de verano, tal como si se tratase de algún lugar salido de un cuento de hadas. Pero rompamos toda la magia creada alrededor de ella: la llama, que puede llegar a medir hasta 8 pulgadas de altura, no es eterna (a menudo se apaga) y no tiene nada de sobrenatural. En realidad su origen está en un pequeño escape de gas natural, algo que se huele al acercarse a la caída de agua, producido por la descomposición de los restos orgánicos contenidos en los depósitos de roca que se escapan a través de las grietas del suelo. Alguien debió encender el fuego en este lugar en algún momento y desde entonces la gente que visita el lugar y que conoce el misterio se dedica a mantenerlo vivo, porque de vez en cuando el viento o el agua lo extinguen. Chestnut Ridge Park está situado en las afueras de la Gran Manzana, en el condado de Erie. Es un destino de fin de semana y de escapadas estivales en familia, ideal para practicar el senderismo, hacer rutas en bicicleta o disfrutar de un picnic. Uno de estos senderos lleva hasta las famosas cataratas tras las cuales brilla la misteriosa luz. En el interior de la gruta hay dos filtraciones más pequeñas que también se pueden encender. También están bajo el agua y las podemos descubrir por el leve burbujeo que brota en algunos lugares de la laguna que forman las cataratas. Las cataratas son también muy irregulares. Generalmente sólo fluyen en primavera o después de largos períodos de fuertes lluvias. Su caída es de unos 9 metros sobre la pizarra inclinada. La cortina de agua con la llama encendida tras ella provoca un juego de luces parpadeantes realmente bello. No se conoce un fenómeno similar en todo el planeta. Los investigadores también estudiaron una gran «llama eterna» en el Cook Forest State Park, al noroeste de Pennsylvania. Pero determinaron que esa llama en concreto, que arde continuamente en el fondo de un pozo, no se debe a una filtración natural de gas, sino a la fuga de una tubería abandonada.Aun así, estas «llamas eternas» son una maravilla de la naturaleza.